lunes, 11 de marzo de 2013

Call the midwife

Pues resulta que me he equivocado. Sí. En vez de descargarme el 2x02, me he descargado el 2x03, así que en lo que el 2x02 se descarga, he decidido venir a este, mi blog, a pasar el mono un rato. Además, hoy es muy apropiado porque ha empezado a emitirse en España. 

Hablo de la serie 'Call the midwife', a la que en español han bautizado con la traducción literal de 'Llama a la comadrona'. Y a la que han, literalmente, destrozado con el doblaje. No les ha bastado con cambiar la nacionalidad a un personaje, cambio, bueno, vale, hasta comprensible porque en la versión original el personaje era español y si, claro, luego vas y pones a todos a hablar español pues no tiene lógica ni se entiende ni nada. Vale, aceptamos pulpo. Conchita tenía que ser francesa. Pero, leñe, no la dejes el nombre de Conchita, que francesas Conchitas me da que no hay. Ponla Marlene, Marianne, Françoise, lo que se te ocurra, pero Conchita no, por favor. 



Pues Conchita. Pero, bueno, ya digo que este cambio de nacionalidad no ha sido lo más terrible. Lo peor han sido los cortes de algunas escenas. Conversaciones muy locales, imposibles de comprender para el público español, a las que, directamente, les han dado matarile. 

Vale, todo es lógico porque existe un público muy determinado -la famosa señora de Cuenca- que ni quiere ni le apetece ni tiene necesidad alguna de leer subtítulos por pillarle mejor la esencia a una serie, muy bonita y tal, pero que no va a significar en su vida más que unas cuantas tardes de distracción y algún comentario mañana con las amigas. VALE. 

¿Veis? Si yo lo comprendo todo. Más buena soy. 

La serie en sí.

Unas figuras aquí las parteras


¿Cómo es? Pues british a más no poder. O sea, perfección técnica, detalles más que cuidados, glorias, loas y alabanzas a su país, en este caso centradas en los inicios del NHS, el sistema de salud social de allá, sin abandonar tampoco la crítica hacia un pasado muy doloroso y dickensiano, de familias enteras recluidas en 'casas de trabajo' o de esa Revolución Industrial que marcó el destino de una nación y un imperio, pero que dejó miles de víctimas en el camino. 

La única crítica que se le hace a 'Call the midwife' es lo templado de las referencias a la II Guerra Mundial, cuando, en la época en la que transcurre la serie, apenas habían pasado diez o doce años desde su final. Se menciona, sí, pero no adquiere un papel protagonista en ninguno de los capítulos -al menos en los de la primera temporada-. 

En mi opinión, es un ausencia premeditada. La serie no mira al pasado, sino al futuro, representado en las decenas de bebés que las comadronas del Nonnatus House ayudan a traer al mundo cada semana. Por eso la alegría es el tono que domina cada capítulo, pese a las penurias de los habitantes del East End de Londrés. Y lo fantástico de los guiones es que consiguen que esa alegría prevalezca, sin desvirtuar ni frivolizar las desgracias que se narran en cada episodio: veteranos soldados que lo han perdido todo, antiguos trabajadores de esas casas de labor en las que eran explotados y de las que salían sin ningún tipo de cobertura social, niñas obligadas a prostituirse, maridos violentos, no falta de nada. Pero la sensación tras cada capítulo es de placidez y alegría. De "qué bonito y qué bueno es el amor que lo cura todo". 

A lo mejor se pasa de ñoña, no digo yo que no, pero como de todo tiene que haber en la viña del Señor, para comimientos de tarro intensivos ya tenemos otras series. Esta es de sentarse a disfrutar y a ratos también a llorar, pero llorar con mucho pañuelo de papel e hipidos, de esas lloreras que te dejan nueva -vosotras me entendéis-.

Así, así...

Y, además, si la veis en versión original, podréis tener la inmensa fortuna de escuchar a Vanessa Redgrave narrar la introducción de cada capítulo. Sólo por eso, ya merece la pena. Bueno, y por ver a Miranda Hart lejos, pero muy cerca al mismo tiempo, de su papel en Miranda. Genial siempre.

Y el 2x02 no se termina de descargar, así que me pondré el nuevo de The Americans. A ver qué tal les va a los rusos por Yanqueelandia. Bye, bye!

P.S: La banda sonora, se me olvidaba la ma-ra-vi-llo-sa banda sonora de la serie. Yo quiero vivir EN esa banda sonora.


 









2 comentarios:

  1. Con lo de la señora de cuenca te refieres a mí, mona? ¬¬ jajajajajaja

    Oyes, lo bueno que tiene esto del tedeté es que puedes ver las series en VOS en la tele. No sé si esta también, supongo que sí... So sí, si cortan trozos de capítulo, pues... no mola nada.

    Yo tengo la primera temporada en camino -me gusta tener todos lso capítulos a la vez, si es posible- Y cuando vaya avanzando, si me pongo -ahora estoy practicando inglés con Castle y Buffy-, ya iré haciéndome con la 2ª temporada. Necesito series british. Downton Abbey me ha dejado huérfana de britishismo y decepcionada al máximo. Snif.

    Mua!

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    Respuestas
    1. Jaja... yo te sabía manchega pero no te situaba en provincia concreta, así que no, no iba por ti, jiji... Ya sabes que es lo que se dice para generalizar en el mundo de la televisión.

      Si quieres más series brit prueba con 'Dancing on the edge' (5 capítulos), Miranda, Moone Boy (irlandesa, pero para el caso nos da igual)... también está Ripper Street (sobre Jack el Destripador) y Mr. Selfridge, pero estas no las he visto. Una que he empezado a ver esta semana y que tiene muy buena pinta es Broadchurch. Ah, y tengo muchas ganas de que empiece la segunda temporada de The Paradise, muy rollo Downton Abbey también.

      Ya me contarás qué tal con las comadronas. :)))

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